otra de Camilo José Cela, para mi epitafio

Tú vas lentamente camino de la muerte leyendo con mucha aplicación a Goethe, acariciando mujeres, peléandote a puñetazos y patadas con los hombres y con más crédito que capital, por eso vives tranquilo y morirás tranquilo y despreciando los honores, los escalafones y la seguridad social, esas tres amargas y zafias tristezas. Tú tienes la inmensa fortuna, o tuviste la inmensa suerte, que viene a ser lo mismo, de haber descubierto todavía joven y enfermo, muy enfermo, tres evidencias saludables: que la política es una lotería para desocupados; que los soñadores, los utopistas y los ideólogos hunden los países y las generaciones que sin ellos lucirían prósperos; y que es mentira aquello que preconizaba Aristóteles de que el hombre es un zoon politikon, un animal hecho para vivir en sociedad. Te envidio muy de veras.

Camilo José Cela, “El asesinato del perdedor”.