Luz al final del tunel

entrando o saliendo

PASO A PASO
Algunas apresuradas reflexiones después de las elecciones primarias

ELOGIO DE LA LOCURA
El SIstema de BOLeta Única (SIBOLÚ) funcionó satisfactoriamente.
Es cierto que tuvo muchos problemas (gente que se vio dificultada para votar, baja asistencia a urnas, mucho voto negativo, larguísimo escrutinio, altísimo costo) algunos de los cuales comentaremos más abajo.
Pero también es cierto que logró lo que un buen sistema electoral debe lograr: que la voluntad de la gente se refleje en el resultado de la competencia. Y sabemos que eso se logró porque los resultados coincidieron con los que arrojaban las principales encuestas, lo cual refleja que aquello que la gente decía `voy a votar a’ se pudo convertir en realidad.
Ello no significa que a nosotros nos guste este sistema. Sigue sin convencernos. Pero a esta altura debemos aceptar que es sólo una cuestión de gustos, no de méritos.

MÉRITO A LOS OBREROS
Es bueno destacar quienes fueron los grandes líderes del éxito del sistema: las autoridades de mesa y los fiscales.
Explicaban breve y rápidamente el sistema al votante. Evitaban conflictos. Aclaraban dudas. Transmitían confianza y serenidad. Hablaban el lenguaje (con quejas incluidas) de los votantes. Enseñaban. Todo lo que no hizo el Tribunal Electoral en 5 meses, lo hicieron estos hombres y mujeres en 10 horas.

FATIGOSO E INHUMANO ESCRUTINIO
La ley laboral impide que a un trabajador se le exija una jornada superior a 8 horas, y restringe la dedicación posterior a las 22:00.
Sin embargo el trabajo de los ciudadanos obligados a ser autoridades de mesa se extendió desde las 7 AM del domingo hasta más de las 2 AM del lunes en muchas mesas.
Casi 20 horas de trabajo. Y para colmo, pasadas 10 horas, cuando ya los cuerpos y las cabezas están cansados, empezaba la parte más exigente: el escrutinio, que se extendió por más de 8 horas en las dos ciudades más grandes.
Esto es insostenible y debe ser resuelto en la próxima elección, para las generales.
Es muy difícil achicar este tiempo.
Sólo se nos ocurre una propuesta: que se autorice tanto al presidente como al primer asistente de presidente (antiguo vice, hoy co-presidente) a que escruten una categoría cada uno en distintos rincones del aula.
De este modo el tiempo podría reducirse a un 60%.
Claro que implicará para los partidos proveer más fiscales, pero eso en definitiva será una pequeña colaboración de los militantes a que el escrutinio sea más corto para todos.

LA INASISTENCIA MÁS ALTA DE LA HISTORIA SANTAFESINA
Desde 1983 nunca había faltado tanta gente a una elección. La asistencia fue entre 70% y 73% según las localidades.
Esto es casi 10 puntos menos que lo habitual. 250.000 santafesinos menos fueron a votar.
Ello no puede ser desconocido: mucha gente no fue a votar temerosa de enfrentarse al nuevo sistema.
Quizás vuelvan en la próxima elección si logramos tranquilizarla. Y es posible hacerlo.
Pero conste que esto fue advertido por nosotros aquí y poco se hizo para que la gente vaya a votar.

VOTOS NEGATIVOS
Los votos negativos (en blanco/nulos) duplicaron los mínimos históricos en todas las categorías.
Históricamente fue de entre el 3% y el 8% según la categoría.
Esta vez, en algunas categorías, como Senadores en ciudades grandes, Diputados y Concejales se llegó a más del 25% de voto negativo.
Ello, en el total general, implica que un 17% de los santafesinos (400.000) no se comprometieron con la elección.
E, indudablemente, eso también fue una de las consecuencias no queridas del sistema.
También fue avisado por nosotros en este artículo y lamentablemente se hizo realidad.

¿TEMOR O FALTA DE COMPROMISO?
Entre el 30% de gente que no fue a votar, y el 17% del total (25% de electores) que negativizó su voto, tenemos que casi la mitad de los santafesinos no decidió nada el 22 de mayo de 2011.
También eso fue predicho por nosotros, y no lo decimos por jactancia, sino para que se vea que fuimos muchos los especialistas que avisamos y sin embargo no se escuchó.
Súmense en categoría ‘diputados provinciales’ los electores ausentes, los blancos, nulos, impugnados y observados y se llega a esta triste conclusión.
Lo que debemos desentrañar es si estamos frente a una elección que no entusiasma (conocida es nuestra postura a favor del voto facultativo, más en las PASO), ante un sistema político que decepciona, o ante una epidemia de problemas causados por el SIBOLÚ.
Corresponde a las autoridades revertir estas tristes cifras cívicas.

SEGURA MEJORÍA
Es de esperar que en las elecciones generales todo mejore.
La gente ya conocerá el sistema, y el que no fue a votar, o votó negativamente por no saber cómo hacerlo, podrá comentar con los demás y conocer mejor los detalles que la publicidad oficial no sabe transmitir.
También en las generales las boletas tendrán menos candidatos, con lo cual el diseño podrá ser más grande y legible.
Y, por sobre todo, vemos una voluntad férrea de una gran cantidad de gente para votar, cueste lo que cueste.
Bienvenida sea.

Otras notas sobre BOLETA ÚNICA:

1- SIBOLU
2- BETO
3- SOPLAN