Cela y las mujeres

El buen oído de Cela para el costumbrismo gallego, contando lo que muchos hombres nos llama la atención en las mujeres: ese ánimo de maternalizarnos a todos:
“—Mire usted, señor Higueruela, las mujeres ya se sabe, unas son putas, otras cojas, otras sordas, otras tienen conjuntivitis, a otras les baila la matriz, a otras les huele el aliento, otras tienen mal las vértebras, otras se escapan con un moro o con un cristiano, es igual, y otras te quieren llevar al buen camino y hacerte un hombre de provecho, ¡hay que joderse!, entonces se pasan el día predicándote lo que tienes que hacer, dándote consejos y pidiéndote cuentas como si tú no te las supieras bandear, son como madres ejemplares, eso no hay Dios que lo aguante, ¿por qué no se estarán quietas?, a lo mejor es que no pueden. Las mujeres están buenas, ya lo sé, bueno, todas no, la Paulita sin ir más lejos es un fiasco, un bodrio, pero en general sí están buenas, no nos podemos quejar, lo malo es que son muy latosas y se pasan la vida organizándolo todo… “
(El artillero Camilo, en ‘Mazurca para dos muertos’, Camilo José Cela)